Estimado Francis, llevo cierto tiempo disfrutando de tus DVDs y me gustaría hacerte una pregunta sobre ser testigo durante la meditación. He estado teniendo la experiencia de estar separado de mis pensamientos durante la meditación, cada vez con más frecuencia y duración. Una o dos veces experimenté lo mismo fuera de la meditación, mientras estaba activa, especialmente durante actividades cotidianas como fregar platos, ducharme, etc. Esta experiencia fuera de la meditación fue liberadora y maravillosa. Me pregunto si ¿puedo estimular esta experiencia de alguna manera, o simplemente dejo que se desarrolle a su ritmo? ¿tiene alguna importancia? Todos los textos que leo (Yoga Sutras, Yoga Tibetano, etc.) describen esta experiencia con mucha claridad, así que esto me lleva a pensar que es significativa y esperanzadora. Gracias, Joan
Estimada Joan,
La experiencia que describes de “estar separada de tus pensamientos” es una en la que eres conscientemente la Presencia en la que surgen tus pensamientos. La felicidad o la paz es la experiencia de la consciencia conociéndose a sí misma; lo que explica por qué esta experiencia es “liberadora y maravillosa”. Notarás que esta experiencia al principio parece suceder cuando las circunstancias son neutrales: durante la meditación, fregando platos, duchándote, etc… Esto es debido a que cuando el “paisaje objetivo” no genera reacciones de atracción/repulsión (circunstancias neutrales) deja de hipnotizarnos. La consciencia se vuelve a sí misma y experimentamos nuestra paz primaria.
Puedes estar abierta a esta experiencia acogiendo con indiferencia benévola el flujo de percepciones, sentimientos y pensamientos, que es la esencia de la meditación. Sin embargo, no puedes provocarla: si no la llamas, te llamará. Esta experiencia es una buena señal, pero no olvides que el último objetivo es el Ser, no la paz que lo rodea. Quieres el diamante, no el estuche que lo contiene, a pesar de lo atractivo que parezca. La adicción a esta experiencia puede convertirse en un obstáculo en el camino. La meta no es un estado que viene y va. Como dicen los budistas: Mientras haya una distinción entre nirvana y samsara, es todavía samsara.
Afectuosamente,
Francis
Traducido por Carmen Areitio
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