Siempre me he preguntado si las personas llamadas “iluminadas” dejan que sus emociones o sentimientos se expresen como gusten, y toman la precaución de no actuar bajo algunas de ellas.
¿Si estamos condicionados para sentir y actuar de una cierta manera, dejamos que las emociones existan simplemente sin actuar de acuerdo con ellas? ¿Es natural vivir bajo la hipnosis del condicionamiento social? Si no lo es, ¿es natural reprimir los sentimientos de amor y atracción sexual hacia el sexo opuesto si ocurren durante el contrato social llamado matrimonio?
Simplemente compartiendo pensamientos…¿puedes compartir los tuyos sobre este asunto?
Como personas separadas, no escogemos nuestro pensamientos, nuestras emociones, nuestras acciones. No escogemos dejar que existan o actuar de acuerdo con ellas. No tenemos la opción de reprimir sentimientos de amor y atracción sexual. Ver eso claramente es el resultado de la iluminación. En el momento en que dejamos de creer y sentir que somos una persona separada recuperamos nuestra libertad. La acción, pensamiento, sentimiento, atracción, que surge en ausencia de tal creencia o sentimiento esta en armonía con el cosmos. Todas las emociones y sentimientos se expresan como gustan, como siempre lo hacen, pero en este caso son naturalmente bellas, amorosas e inteligentes.
El matrimonio como contrato social es una herramienta diseñada por la sociedad para proteger su tejido, asegurar que los niños y los ancianos son cuidados por sus padres y esposos. Crea obligaciones y derechos mutuos entre las dos partes. Puede ser una buena cosa, similar a la ley penal que protege a los inocentes de ladrones y asesinos. Sin embargo el verdadero matrimonio no requiere un pedazo de papel. Es muy sencillo: en el amor estás casado, en la ignorancia estás divorciado. Eso se aplica a todo, no solo a las relaciones entre hombres y mujeres.
Traducido por Pedro Brañas
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