Querido Francis, tengo una pregunta para ti sobre le deseo. Por favor perdona su longitud. Observo que siempre que tengo miedo, es el resultado de la posibilidad de que algún deseo que tengo no se vea satisfecho, sea un pequeño deseo de algún tipo de placer, o un gran deseo instintivo , como el deseo de mi cuerpo de evitar el dolor o la muerte. Con el seguimiento de tus enseñanzas, he tenido varias experiencias intensas/potentes de sentí que el cuerpo físico al que pertenecen “mis” ojos no es verdaderamente yo. Esto me ha llevado a sentimientos de paz en los que encuentro que mis deseos no parecen tan fuertes. Después de estas experiencias observo que algunos de mis deseos son incluso satisfechos sin esfuerzo. Pero eventualmente siempre siento el regreso de numerosos deseos, y con ellos placer, dolor y miedo – los subproductos del deseo. Siento tanta confusión sobre el deseo y que hacer con él y escucho tantos mensajes aparentemente contradictorios en varias enseñanzas. He pensado que una solución sería esforzarme para eliminar todo deseo mediante la renunciación y la meditación intensiva, pero este esfuerzo procedería, irónicamente, de más deseo, específicamente del deseo de eliminar el deseo. Esto parece una contradicción intrínseca (desear no desear ), y siento que el esfuerzo de eliminar nuestros deseos produciría que se defendiesen con igual fuerza, aunque puedo estar equivocado como parecen sugerir muchos monjes Budistas. También he leído declaraciones de Ramana Maharshi (un sabio con el que siento una profunda conexión) en el sentido que los deseos del jnani se vuelven “puros”, lo que implica que el jnani todavía tiene deseos, pero que de alguna manera esto no le causa sufrimientos ni a él ni a otros. A veces he sentido que había descubierto un deseo así, “puro”, solo para darme cuenta después de que había empezado a sufrir por culpa de ese deseo. También he leído declaraciones específicamente por parte de maestros alineados con el advaita que dicen cosas como, “no hay hacedor,” “todo es la voluntad de Dios,” y “todo sentido de elección personal y libre albedrío son ilusiones”. Con la excepción de unos pocos grandes maestros, muchos de estos maestros son acusados de falta de ética, comportamientos dañinos, y a menudo señalan estas enseñanzas para defenderse.
¡No se de quien puedo fiarme! También he leído enseñanzas que buscan permitirle a uno “manifestar” o “atraer” todo lo que uno desea. Pero habiendo probado estas enseñanzas, he descubierto que no ofrecen paz, porque no importa cuantos deseos egoístas haga uno realidad, uno siempre parece querer más y temer perder lo que ha conseguido. Así que mi pregunta es, ¿qué debo hacer con el deseo? He intentado tanto escapar de él como satisfacerlo, y ninguna de esta opciones parece ofrecer lo más elevado. Tengo miedo de perseguir mis sueños de todo corazón porque pienso que pueda que simplemente me esté preparando para ciclos de placer y dolor (lo que muchos sabios dicen ser el resultado inexorable del deseo). Nuestros sueños son, depués de todo, deseos. Aun así los sueños parecen implicar alguna felicidad verdadera, así que sentarse sin hacer nada y negarlos parece producir tanto sufrimiento como perseguirlos. ¿Debería uno abandonar todo deseo excepto el deseo de liberación y esforzarse por él? ¿Qué aspecto tiene una decisión así en la vida real? Con profunda gratitud, Jay
Querido Jay,
Como individuos separados, no tenemos la libertad de abandonar nuestros deseos. No hay nada que podamos hacer cuando surge un deseo, dado que no tenemos control sobre nuestros pensamientos. Si lo tuviéramos, sería fácil, podríamos por ejemplo escoger no tener deseos, o tener solo aquellos que podemos satisfacer fácilmente. Todas las técnicas que apuntan a un control así requieren un esfuerzo después del cual los deseos regresan con venganza. Preguntas: “¿Debería uno abandonar todo deseo excepto el deseo de liberación y esforzarse por el?” Uno debería abandonar el deseo de controlar nuestros deseos, lo que debería ser fácil cuando comprendes que tal control es una ilusión. La buena noticia es que ese control no es necesario. En vez de eso sigue tu interés, lo que te entusiasme. En algún momento se enfocará de forma natural en la búsqueda de tu Realidad. Cultiva tu amor por la Verdad, cuando quiera que te invite. A medida que tus energías se van transfiriendo espontáneamente desde el mundo al Ser (Self), la alegría sin causa que emana de tu Presencia se hará más y más predominante. El deseo de objetos se volverá pálido en comparación, igual que el sol naciente oblitera la luz más débil de las estrellas y causa su aparente desaparición. Para ponerlo en poca palabras: sigue siempre tu mayor deseo, aquel que te lleva a la Verdad. Por lo que respeta a los deseos menores, satisfácelos si puedes y si no son dañinos para ti y para los demás.
Con afecto,
Francis
Traducido por Pedro Brañas
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