Estimado Francis, ¿Es posible mantener el enfoque en la consciencia y al mismo tiempo trabajar como un ejecutivo en una empresa? La pregunta se puede extender a cualquier profesión en la que tienes que usar la mente continuamente, hablar con mucha gente y bajo la presión de obtener resultados económicos. No haría esta pregunta si estuviera iluminado, pero temo que nunca lo estaré si continúo trabajando como ahora. Un consejo, por favor. Gracias.
Estimado Xavier,
La respuesta teórica a tu pregunta es sí, es posible hacer el sadhana mientras participas activamente en el mundo. Las situaciones que tienes que enfrentar en el trabajo se convierten en los ejercicios de yoga que tienes que dominar. Son ayudas más que obstáculos. El sabio Atmananda solía decir que un trabajo en las fuerzas armadas o en la policía era excelente para un buscador de la verdad, porque si puedes ser ecuánime allí, lo puedes ser en cualquier sitio. Yo creo que no hablaba del todo en serio.
Sin embargo, en la práctica, las situaciones del mundo parecerán facilitar tu sadhana, sólo si dejas que ellas te guíen. En mi caso siempre traté de acomodar el tipo de trabajo que tenía a los requisitos del sadhana. Yo necesitaba pasar mucho tiempo con mi maestro, atendiendo todos sus retiros y además de eso pasando 5 o 6 semanas con él en privado, y esto duró muchos años. Esos meses eran las vacaciones con las que yo siempre había soñado haciéndose realidad. Todo lo que hacía falta era tener claras mis prioridades: Lo primero la Verdad y todo lo demás venía después. Este era el deseo de mi corazón y siempre terminé siguiéndolo porque era muy fuerte. En el camino me desprendí de algunos objetos que otra gente hubiera considerado muy valiosos. Había sido buen estudiante y tenía prestigiosos títulos en ciencias que eran la llave que abría la puerta para puestos ejecutivos en el sistema francés. Contento tiré esa llave a una cuneta de la carretera al empezar a buscar trabajos que no tenían salida profesional, cuyo único propósito era que me permitían la libertad de visitar a mi maestro frecuentemente, como requería mi sadhana. Resultó que el universo siempre cooperó con mi objetivo de forma providencial y bella, y nunca me arrepentí de mis decisiones.
Volviendo a mi primera respuesta teórica, la rectificaría de la siguiente manera: domina sólo los ejercicios de yoga que son inevitables. La vida te surtirá de la cantidad necesaria de ellos: accidentes, relaciones personales, familiares, clientes, supervisores, empleados, etc… No busques más (a no ser que te guste), ¡no te apuntes a las fuerzas armadas, a no ser que sea tu verdadera vocación!
Nunca olvides la meta: felicidad pura.
Con afecto,
Francis
Traducido por Carmen Areitio
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