¿Deberíamos enfocarnos en una sensación desagradable o en aquello que la experimenta? - Francis responde - 85

Francis Lucille

Estimado Francis,

A menudo, en la meditación, surge un intenso sentimiento incómodo tal como miedo, tristeza, angustia, etc. Cuando ocurre esto, si puedo acercarme al sentimiento sin pensar, normalmente el resultado es que el cuerpo tiembla y tiene espasmos por unos dos minutos, después de lo cual surgen sentimientos agradables de unidad y paz. A veces en lugar de “sumergirme” en el sentimiento desagradable, me hago la pregunta, “¿Quién está experimentando este sentimiento?”. Tras enfocar la consciencia en “aquello que experimenta” en lugar de en el sentimiento incómodo a veces puedo también experimentar sentimientos de unidad y paz (aunque esto sucede menos a menudo y cualquier sentimiento de unidad o paz parece menos “directo”). ¿Es uno de los enfoques mejor que el otro? El primero parece más “efectivo” y el segundo parece teñido de supresión. Aunque aprecio la disipación de los sentimientos “incómodos” y la experiencia de sentimientos “agradables”, mi motivación es el cultivo de la sabiduría y facilitar la apertura a la verdad. ¿Alguna sugerencia? Gracias, George

Estimado George,

El hecho de que tienes dos opciones diferentes indica que en ambos casos estás haciendo algo. ¿Cuál es el objetivo de esas prácticas? ¿No es el eliminar la incomodidad que genera el sentimiento? Y si es así, ¿podríamos llamar “acogida” a esta práctica? En el primer caso te enfocas en el sentimiento, para no sentirlo más, y en el segundo te enfocas en otra cosa, tal vez para escaparte del sentimiento.

La verdadera acogida, que recomiendo en tu caso, simplemente acoge el sentimiento y todo lo demás que aparece en la consciencia con indiferencia benevolente. La consciencia misma es esta acogida sin juzgar, sin enfoque, sin objetivo. Simplemente reviertes al funcionamiento natural de la consciencia, sin enfocarte en el sentimiento desagradable, ni en el concepto ni sentimiento “yo soy”. Permite que el sentimiento cuente el resto de la historia, proporcionando el tiempo y el espacio que necesita para hacerlo. En esta contemplación realmente adoptas la posición de la presencia impersonal.

Si mi sugerencia parece difícil de seguir, como segunda posibilidad te recomendaría el primero de los dos enfoques que describes, siempre que tu investigación de la naturaleza del ser no se limite a la esfera de los pensamiento o sensaciones corporales sino que tenga un alcance ilimitado y se conduzca con la intención de encontrar realmente la respuesta viva a la pregunta, “¿qué soy?, no para eliminar un sentimiento desagradable. Este enfoque al final te conducirá al que te recomiendo.

Afectuosamente,

Francis

Traducido por Carmen Areitio

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