Los maestros espirituales no son esposos o esposas celosos - o al menos no deberían serlo. - Francis responde - 95

Francis Lucille

Estimado Francis, recientemente descubrí tus videos y sentí una profunda conexión emocional con mucho de lo que dices. Fue un alivio porque acababa de salir de una organización que enseña advaita después de haber sido miembro de ella durante unos treinta años. La dejé en el verano, después de unos años de sentirme incómodo. Yo creo que se debía fundamentalmente a que estaban enseñando de una forma muy dogmática. También, de repente, tuve la clara comprensión de que después de treinta años en la escuela y todas las enseñanzas y las prácticas, realmente no sabía nada. Había tenido una comprensión anterior de que el ego es irreal, pero ni siquiera eso parece ahora relevante. Ahora siento que no puedo hacer ningún tipo de practica porque nada parece correcto. Cuando te oigo hablar siento paz. Inicialmente sentí alivio y gratitud, lo que parece confirmar que dejar la escuela era lo adecuado para mí. Pero al ver más videos tuyos, hay mucho que no entiendo de forma emocional, como que la consciencia es universal. De lo que dices, puedo entenderlo con la razón, pero realmente no lo entiendo en mi corazón. Tuve la fuerte sensación con el video de La Puerta sin Puerta y su continuación, de que parece que es ahí donde estoy. Creo que entiendo en mi corazón que no puedo ir más allá con mis ideas, conceptos, deseos, esperanzas e intentos. Esto está bien cuando estoy mirando los videos y no me siento bajo presión. Sin embargo, en mi vida diaria no parece que me sienta mucho en la silla caliente. Soy un profesor de ciencias en un instituto de enseñanza secundaria masculino, y me resulta difícil sobrellevar el desafío que suponen las clases. Una de las clases es especialmente difícil – hay muchos chicos que no parecen interesados en aprender sino que me parece que quieren ocasionarme ¡dolor y dificultades! Desde que empecé con ellos al principio del año, sólo una vez he conectado y sentido cercanía y afecto con los chicos, pero la mayor parte del tiempo siento miedo e incluso odio hacia ellos, y estoy luchando para controlarlo. Todo es un poco confuso porque obviamente hay algo de amor por la verdad en mí, pero en mis acciones, no estoy a la altura. ¿Puedes decir algo para ayudar? Con afecto y gratitud por lo que ya he recibido. Carlo

Estimado Carlo,

Al progresar en el sendero espiritual, podemos darnos cuenta de que hemos superado enseñanzas queridas y provechosas al comienzo del camino. Ahora parecen insípidas y sin fragancia. O parecen limitantes y dogmáticas, aunque eran exactamente lo que necesitábamos en el momento en que elegimos seguirlas. Cuando sucede esto tenemos que recordar que nuestra lealtad suprema es para con la verdad, no con un maestro o una organización. Siempre debemos obtener nuestras enseñanzas de la mejor fuente disponible, siguiendo en esto tanto nuestra inteligencia como el corazón. Los maestros espirituales no son esposos o esposas celosos - o al menos no deberían serlo.

La razón por la que no entiendes emocionalmente que la consciencia es universal es porque tus emociones se interponen en el camino de esta experiencia. Te has acostumbrado a sentir el cuerpo y a percibir el mundo de manera consistente con el sistema de creencias que tenías acerca de ellos: soy un cuerpo mente individual separado perdido en un mundo extraño y potencialmente hostil. Mediante tu razonamiento superior, ahora estás abierto a la posibilidad de que la consciencia no es personal sino universal, lo cual te permite hacer experimentos al nivel del cuerpo y el mundo para examinar esta nueva posibilidad. Siente tu cuerpo tan a menudo como sea posible de forma consistente con esta nueva perspectiva. Siente que es transparente, expandido, que lo incluye todo, abrazando todo, sin peso, penetrando todo. De la misma manera da a los otros la posibilidad de no ser desconocidos hostiles. Siente que son la misma consciencia que tú, cuanto interaccionas con ellos, por ejemplo con tus estudiantes. Acuérdate de cuando eras joven, las estupideces y a veces crueldades que hacías, todo parte del proceso de aprendizaje que te ha convertido en el bello buscador de la verdad que eres ahora. Tus estudiantes son tus ejercicios de yoga que has de dominar. Siéntete ilusionado de encontrarte con ellos por la mañana, antes de que empiece la clase. Alégrate de antemano de tener la oportunidad de mejorarte a ti mismo, y al hacerlo mejorar a los otros. A no ser que domines este ejercicio de yoga, continuará reapareciendo en tu vida bajo diferentes disfraces. Sigue los consejos que te acabo de dar. No temas nada, especialmente no a los niños. Si les tienes miedo, abusarán de ti, y con razón, es la forma que la vida te enseña a no tener miedo. Si te temen, la clase será una guerra, ni la disfrutarás tu ni lo harán ellos. La comprensión y el amor son las claves.

Con afecto,

Francis

Traducido por Carmen Aretio

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