Amado Francis, se que soy un único ser, la semilla que lo contiene todo, mediante la realización de mi ser, el ser refulgió por si mismo hacia si mismo sin buscar mi propio yo, había solo movimiento y ver, nada tenia un significado porque la mente ¡desapareció! Ahora la mente ha regresado, sabiendo ahora que no soy la mente o este cuerpo, soy el ser eterno, desde que regresó la mente se ha establecido la confusión, ¿quien habla? y ¿a quien hablo cuando el hablar tiene lugar? Veo este mundo como la semilla de mi ser, soy la semilla que nunca ha nacido, esto es muy claro, lo que no está claro son las dos preguntas anteriores. Con amor, Janice.
Estimada Janice,
La mente esta hecha de percepciones: pensamientos, sensaciones corporales y percepciones sensoriales externas. Aquello que percibe la mente es obviamente tú, la consciencia, porque solo tú eres consciente y lo que es percibido no lo es, porque aquello que es percibido no percibe. La mente no puede afectarte, igual que los reflejos que aparecen en un espejo no pueden mancharlo ni dañarlo. El regreso de la mente nunca es el problema, el problema es el regreso de la creencia de ser algo distinto de la consciencia, algo como un cuerpo, un alma, una consciencia personal y limitada.
¿A quien hablamos? Obviamente, a aquel que puede percibir nuestras palabras, y dado que solo la consciencia percibe, hablamos a la consciencia, no a un cuerpo o a una mente.
¿Quién habla? Obviamente, el que habla es aquel que crea y percibe los pensamientos que a continuación son enunciados como palabras, por lo tanto el que habla es también la consciencia.
El problema surge de la creencia de que hay dos consciencias, la que habla y la que oye. Averigua si hay alguna prueba que apoye esta creencia.
Con afecto,
Francis
Traducido por Pedro Brañas
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