Estimado Sr. Lucille, En 2008 tuve una experiencia sobre la que me gustaría preguntarle. ¡Necesito realmente algo de claridad!!! No quiero malgastar su tiempo con demasiados detalles pero antes de esta experiencia, durante la segunda mitad del 2007, sufrí mucho stress. Una noche estaba intentando relajarme y acabé saliendo, emborrachándome y, para decirlo en pocas palabras, engañando a mí esposa. A la mañana siguiente, cuando me di cuenta de lo que había hecho, se lo dije a mi mujer. Ella me perdonó…pero yo no me perdoné a mí mismo. Los siguientes meses fueron de locura - los sentimientos de culpa, la insatisfacción conmigo mismo y con la vida en general eran enormes. Poco tiempo después enfermé y además de todo desarrollé mucho miedo por mi vida y mi futuro. Esto continuó más o menos durante un año…y entonces encontré el libro “El poder del ahora” de E. Tolle. Lo leí una y otra vez. Algo comenzó a cambiar. Era muy potente. Me apetecía profundizar más y más en todo ello: leyendo, meditando, hacienda yoga, qigong, incluso adopté una dieta macrobiótica. De alguna manera sentía que todo ello era lo correcto. Mi enfermedad y depresión desaparecieron lentamente. Enseguida nació nuestro primer hijo. No puedo describir la alegría que sentí - era el cielo… Sin embargo había otro lado a todo esto… Perdí completamente todo interés en mi trabajo (Era co-fundador/socio de una empresa de consultoría de gestión e IT aquí en Boston). Básicamente, una vez que mi mujer volvió a su trabajo, acabé convirtiéndome en un padre en casa a tiempo completo. De repente, en medio de días y noches muy ocupados, mi vida se hizo muy simple. Todo se enlenteció. Unos pocos meses después de haberme convertido en un padre en casa, empecé a tener sueños muy extraños como recibir llamadas de una vibrante oscuridad sin límites, escuchando un extraño silencio, etc. Y entonces tuve esta (ni siquiera sé cómo llamarla) experiencia: De repente, cuando me estaba quedando dormido por la noche, sentí algo en mi estómago. Era parecido a un gran balón de aire. Aire caliente condensado… subió hacia mi pecho y después a mi garganta. Todo con extrema rapidez… En ese momento sentí un gran miedo que no puedo ni describir… Era como si estuviese muriéndome literalmente… Cada memoria, todo lo que sé, incluso toda sensación del cuerpo, estaban siendo borradas una a una muy rápidamente. Lo último que sentí fue la bola de aire moviéndose desde mi garganta hasta la parte superior de mi cabeza. Después hubo una especie de explosión en la cabeza y todo se detuvo. El miedo también desapareció. Los ojos de este cuerpo se abrieron físicamente. Era muy extraño. Pero aquí está la descripción de lo que fué experimentado después de eso, que es todavía más extraño. No había ningún sentido de “Paul”. Ni Paul ni ningún otro, no individualidad, no pensamientos, no emociones, no memorias, total ausencia de cualquier sensación física excepto la visión… ¡Pero algo o alguien estaba mirando a través de los ojos de este cuerpo! Quienquiera, o lo que quiera, que estaba mirando a través de los ojos de Paul no estaba en ningún sitio en particular sino que estaba en todas partes simultáneamente - todo el espacio en la habitación y fuera, todos los objetos, el cielo de la noche en la ventana… ¡todo! Este yo no-personal miraba alrededor y no sabía lo que veía, no conocía nada, era como ver todo por primera vez. No tenía idea de que pared era pared, cama era cama, este cuerpo era cuerpo…Para ese yo no había diferencia alguna entre ver este cuerpo o una pared por ejemplo… Y al mismo tiempo que este yo estaba viendo todo eso, estaba viéndose a sí mismo, quiero decir que todo era este yo, la cama era yo, el cuerpo era yo, el cielo era yo… Era completamente ilimitado, no-localizado, atemporal… Había solo este yo y nada ni nadie más. No sé cuanto duró. Puede que unas pocas horas por el reloj…Este cuerpo hizo cosas… caminó por allí, etc. En algún momento hubo como un registrar algún movimiento… hubo un pensamiento ¿Qué es este movimiento? Parece como si estudiase este movimiento durante algún tiempo…entonces, otra vez de repente, Paul con su identidad, memorias, sensaciones y todo lo demás regresó. Me encontré a mi mismo sentado al borde de nuestra cama en completa oscuridad… Ese movimiento era mi mano derecha moviéndose… Eso era lo que este yo había estudiado todo ese tiempo. Mi mujer dormía en paz a mi lado… Hasta hace un año podría decirte muchas cosas sobre esta experiencia: consciencia pura despertándose a sí misma, espíritu, etc. Ahora todo lo que puedo decir es que realmente no lo sé. Tengo toda clase de dudas… y realmente me matan…no puedo encontrar descanso. Mi pregunta principal es esta: ¿Como sabemos que no fue solo algún tipo de evento en mi cerebro lo que detuvo todo, excepto la parte del cerebro encargada de generar la sensación de yo? ¿Es posible que una pérdida completa de memoria, pensamientos, emociones y toda sensación excepto la visual, me hiciera percibirme como este yo no-localizado e ilimitado…pero realmente todo era solo el cerebro, y yo, después de todo, soy este cerebro y este cuerpo!?!?!? Quiero decir ¿Cómo sabemos realmente que este yo-consciencia-presencia no es algo creado en y por el cerebro!?!?!? Sinceramente, Paul.
Estimado Paul,
La verdadera pregunta no es “¿De qué es consciente esta presencia? Sino más bien”¿Quién es consciente en tanto que esta presencia?" El cerebro y el cuerpo pueden ser necesarios para suministrar y procesar el material del que es consciente la consciencia, pensamientos, sonidos, sensaciones táctiles, etc… pero esto no implica que ellos sean la realidad que percibe, eso que verdaderamente percibe, el percibidor en jefe. Aquello que es percibido no nos puede decir nada sobre aquello que percibe.
Tuve una experiencia similar a la tuya hace muchos años, quizás con la única diferencia de que la sensación de ser una consciencia separada y limitada y el miedo a la muerte, a la desaparición absoluta, desapareció y nunca ha vuelto a resurgir desde entonces. Esta experiencia también fue acompañada de absoluto gozo, amor, esplendor, eternidad, pero todo esto, excepto la propia presencia, se desvaneció en el transcurso de unos pocos días. Gradualmente, gracias a la ayuda de mi maestro, la relajación, la ausencia de miedo, y la paz mental que se revelaron durante esta experiencia se hicieron permanentes, preparando el camino a la alegría sin causa, a una vida en la que el milagro permanente de creación y celebración se revela sí mismo sin cesar.
Y eso me trae a tu pregunta: “¿Como sabemos que no fue solo algún evento en mi cerebro lo que detuvo todo excepto la parte del cerebro encargada de generar la sensación de yo?”
El cerebro no puede, de ninguna manera concebible, generar casualidades favorables y milagros en el mundo físico. Como resultado de abandonar el ser una entidad separada y de la fusión del interior y el exterior, interiormente experimentamos paz y felicidad, y exteriormente el despliegue de un milagro permanente.
La prueba está en los resultados. Cuando queda atrapada entre la felicidad y el milagro, no queda espacio para la ignorancia.
Con afecto,
Francis
Traducido por Pedro Brañas
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